Sin embargo, imaginen que en ese mismo juego, y a mitad de la partida, uno de los jugadores consigue cambiar las normas por y para sus intereses y, gracias a esto, evidentemente, consigue hacerse con el primer premio.
La primera de las situaciones descritas sería el capitalismo. La segunda, el capitalismo clientelar. Ese juego con igualdad de condiciones y normas claras, estables y en defensa del interés general, es el capitalismo de un Estado moderno, al que aspiramos. Ese otro juego en el que a algunos jugadores se les permite hacer trampas 'legalmente' o directamente cambiar las reglas, es el capitalismo clientelar que, lamentablemente, aún sufrimos.
Por suerte muchos activistas, académicos, intelectuales o juristas, conscientes de este problema, luchan por conseguir ese Estado moderno y dejar atrás esas prácticas clientelares. Un ejemplo de ello es la Fundación Hay Derecho y su último libro "Contra el capitalismo clientelar". Como en otras ocasiones, os recomiendo encarecidamente su lectura y os dejo un resumen del mismo:
Sobre el papel, el capitalismo se basa en la competencia en libertad. Cuánto mejores y más competitivos sean los productos o servicios que se ofrecen, más clientes se consiguen y por tanto más beneficios. En conjunto, cada vez habría más innovación y más riqueza. Sobre el papel.— RafaPacheco.com (@rafapachecocom) 16 de agosto de 2018
Por ejemplo, abuso de posiciones de dominio en el mercado, en el que el más fuerte expulsa al resto creando monopolios u oligopolios, con sus correspondientes ineficiencias y elevación de precios. Es el caso del sector petrolero en España, en el que 3 compañías controlan el 80%.— RafaPacheco.com (@rafapachecocom) 16 de agosto de 2018
Las instituciones deben asegurar que el esfuerzo y la eficiencia serán recompensados, favoreciendo la competencia, corrigiendo los fallos de mercado e impidiendo injusticias o perjuicios al interés general.— RafaPacheco.com (@rafapachecocom) 16 de agosto de 2018
Pero el capitalismo clientelar -o capitalismo de amiguetes- no vive sólo de la captura de los reguladores, sino que se alimenta de todo un conjunto de debilidades institucionales.— RafaPacheco.com (@rafapachecocom) 16 de agosto de 2018
Otro ejemplo: si nuestro sistema de gobierno corporativo no genera la responsabilidad y rendición de cuentas de los gestores frente a sus accionistas (y frente a los consumidores y la sociedad en general), estos se verán tentados a buscar únicamente sus propios intereses.— RafaPacheco.com (@rafapachecocom) 16 de agosto de 2018
Tras la crisis, la sociedad española ha dado un salto de madurez y exigencia política. Ya no toleramos muchos casos de capitalismo clientelar. Esto, que puede hacernos avanzar a un Estado verdaderamente moderno, puede también hacernos retroceder si caemos en soluciones populistas— RafaPacheco.com (@rafapachecocom) 17 de agosto de 2018
Estos lobbies buscan la “captura del regulador”, es decir, conseguir que la ley (o la aplicación de la misma) busque el interés de su industria o empresa, en vez de buscar el interés general, como debiera.— RafaPacheco.com (@rafapachecocom) 17 de agosto de 2018
A nivel nacional suele ser más sutil. Grandes eléctricas, constructoras o despachos de abogados q contratan ex ministros/as o ex altos cargos por su agenda o abogados del Estado, técnicos comerciales o inspectores de Hacienda por sus conocimientos de la maquinaria administrativa.— RafaPacheco.com (@rafapachecocom) 21 de agosto de 2018
Tb a nivel autonómico: Representantes de las gasolineras tradicionales han conseguido q Navarra,Andalucía,CLM y Aragón legislen en contra de las gasolineras desatendidas,con todo tipo de excusas y un motivo real: q venden 6,5 céntimos más barato el litro y mermarían sus ganancias— RafaPacheco.com (@rafapachecocom) 23 de agosto de 2018
El mal funcionamiento del gobierno corporativo es el equivalente en el sector privado del mal funcionamiento de las instituciones públicas que la Fundación @HayDerecho trató en el libro “¿Hay derecho?” y que yo resumí en este hilo: https://t.co/f8d4M8OJoy— RafaPacheco.com (@rafapachecocom) 23 de agosto de 2018
Cómo se gobiernan las empresas nos afecta a toda la sociedad. Tanto es así, que profesores como @VictorLapuente de @QoGData sitúan los incentivos de los gestores como el origen de la Gran Recesión.— RafaPacheco.com (@rafapachecocom) 30 de agosto de 2018
Una vez sabido que las instituciones y los incentivos son esenciales para que los gobiernos funcionen bien, ya sean los de los Estados o los de las empresas, creemos firmemente que debe haber pocas normas, pero que éstas deben ser claras y, sobre todo, tienen que cumplirse.— RafaPacheco.com (@rafapachecocom) 30 de agosto de 2018
Los controladores internos o gatekeepers privados se ha demostrado q no pueden cumplir por sí solos una función eficiente de control de mercado para evitar q el capitalismo competitivo degener en clientelar.Un ejemplo sonado es el de la auditoría de @Deloitte_ES a @Bankia en 2011— RafaPacheco.com (@rafapachecocom) 1 de septiembre de 2018
Esto último se resuelve con una “Commissioner for Public Appointments” como en UK q vele porq los nombramientos se hagan conforme a principios de mérito y capacidad y audite los procesos. Y acabando con el actual secretismo publicando las actas o, incluso, emitiendo las reuniones— RafaPacheco.com (@rafapachecocom) 1 de septiembre de 2018
Tampoco tiene sentido que el Banco de España “controle” a la vez la solvencia de las entidades y los intereses de los consumidores (pequeños ahorradores o inversores), porque, como las preferentes demostraron en su día, optaron descaradamente por el primer objetivo sobre el 2º.— RafaPacheco.com (@rafapachecocom) 3 de septiembre de 2018
Muchas sanciones a cárteles y pactos son anuladas por los tribunales de justicia: la del cártel de empresas de cosméticos por “apostar demasiado al efecto disuasorio”, la del sector gasista por la “confusión normativa”, la del vino de Jerez por “conocimiento de las autoridades”..— RafaPacheco.com (@rafapachecocom) 10 de octubre de 2018
Otro campo propicio para empezar actuar es el de la sanciones por la irresponsabilidad en la concesión de crédito por parte de las entidades bancarias. Por ejemplo con la pérdida del derecho a cobrar intereses remuneratorios y moratorios.— RafaPacheco.com (@rafapachecocom) 10 de octubre de 2018
Otra área importante del capitalismo clientelar es la publicidad institucional. No lo sería si se cumpliese la ley de 2005 que la regula y sólo la permite para difundir determinados valores constitucionales, normas, medidas de seguridad o patrimonio cultural. Pero no es así.— RafaPacheco.com (@rafapachecocom) 18 de octubre de 2018
También sufrimos capitalismo clientelar más allá del nivel nacional. En los últimos años se ha agravado mucho el problema de que las grandes multinacionales (ahora se las llama transnacionales) utilicen ingeniería fiscal para no pagar impuestos.— RafaPacheco.com (@rafapachecocom) 18 de octubre de 2018
Habitualmente crean una red de empresas en paraísos fiscales que cobran cánones por utilización de patentes,intereses y honorarios al resto de las empresas del grupo situadas en países normales. Así éstas declaran muchos costes y pocos beneficios y,por tanto,pagan pocos impuestos— RafaPacheco.com (@rafapachecocom) 18 de octubre de 2018
Las consecuencias son gravísimas. Se reducen los ingresos fiscales, lo que lleva los Estados, por un lado, a la reducción de los servicios públicos y, por otro, a aumentar la presión sobre los que no pueden escapar: las pymes, las rentas del trabajo y los impuestos indirectos.— RafaPacheco.com (@rafapachecocom) 18 de octubre de 2018
La solución a esto pasaría por considerar a todo el grupo como una sola empresa y acordar internacionalmente una fórmula para determinar qué % del impuesto corresponde a cada país, utilizando criterios sobre la actividad real, como nº de empleados, ventas, activos en el país, etc— RafaPacheco.com (@rafapachecocom) 18 de octubre de 2018
Pero de esto no se quiere hablar, ni siquiera dentro de la Unión Europea, sin duda por la influencia enorme de estas grandes compañías y el poderoso lobby que ejercen.— RafaPacheco.com (@rafapachecocom) 18 de octubre de 2018
Suecia consiguió pasar del Estado clientelar, corrupto y casi fallido que era en el siglo XIX, a ser un ejemplo de Estado moderno. El punto de inflexión (la coyuntura crítica de @WhyNationsFail) sobrevino tras las guerras y el cambio de dinastía en el periodo napoleónico.— RafaPacheco.com (@rafapachecocom) 19 de octubre de 2018
También en España puede ocurrir. Se han producido cambios culturales muy importantes en nuestro país que hace décadas parecían, sencillamente, impensables. No fumamos en espacios cerrados, conducimos con mucho más cuidado, recogemos los excrementos de nuestras mascotas...— RafaPacheco.com (@rafapachecocom) 19 de octubre de 2018
Es el repudio del capitalismo clientelar se fundamenta en valores básicos para la convivencia,como los del esfuerzo,el mérito,el trabajo bien hecho,la equidad,la igualdad oportunidades y la justicia.Las sociedades que incorporan esos valores son más justas y también más prósperas— RafaPacheco.com (@rafapachecocom) 19 de octubre de 2018
Desde toda la documentación generada durante su tramitación como anteproyecto de ley por parte del Gobierno(la huella administrativa), hasta el nombre de los ponentes en la tramitación parlamentaria, las reuniones de los miembros de la comisión, sus enmiendas y los votos emitidos— RafaPacheco.com (@rafapachecocom) 20 de octubre de 2018
Se deben evitar las enmiendas sorpresa que se cuelan en las leyes al final del proceso aunque nada tengan que ver con la materia regulada, que constituyen un instrumento idóneo del capitalismo clientelar. Deben rechazarse tajantemente para que inicien un procedimiento nuevo.— RafaPacheco.com (@rafapachecocom) 20 de octubre de 2018
Tarea harta difícil, pues el capitalismo clientelar tiende a confundirse con el propio capitalismo y porque sus límites se confunden a veces con el debate ideológico sobre una mayor o menor intervención del Estado en la economía.— RafaPacheco.com (@rafapachecocom) 22 de octubre de 2018
Las leyes a medida de quienes tienen conexiones políticas en vez de corregir fallos de mercado los crean, en forma de privilegios o barreras que permitirán a unos pocos capturar rentas q, de otro modo, habrían ido a parar a otros agentes más eficientes, innovadores o trabajadores— RafaPacheco.com (@rafapachecocom) 22 de octubre de 2018
Los beneficiados por el capitalismo clientelar se resistirán a cambiar las normas que tanto les favorecen. Somos los ciudadanos los que tenemos que exigir un modelo de economía de mercado no “clientalizado”. Abierto, eficiente e inclusivo. Por la cuenta que nos trae. FIN.— RafaPacheco.com (@rafapachecocom) 22 de octubre de 2018
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